Saldremos de Espolla cogiendo la carretera que lleva al Coll de Banyuls, durante aproximadamente un kilómetro, hasta que tomaremos un desvío a la derecha en dirección a la Font del Conill.
Nota: Los que van en bicicleta tendrán que seguir por la carretera del Coll de Banyuls durante 7 kilómetros más, hasta llegar a la masía los Pils donde girarán a la derecha por el GR-11. Al cabo de 1 kilómetro coincidirán otra vez en el mismo camino de los que van a pie (en el Coll de Plaja).
Atravesaremos el río Orlina por la pasarela y en un desvió que veremos a los 100 metros giraremos a la derecha. Seguidamente, a los 850 metros tomando el camino que veremos a nuestra izquierda podremos visitar el Dolmen del Barranc.
A partir de este punto solo nos quedarán 650 metros para llegar al Coll de Belitres donde dejaremos el camino y tomaremos el sendero que veremos delante de nosotros.
Deberemos seguir este empinado y estrecho camino durante un kilómetro.
Luego el sendero se convierte en camino y al llegar a un cruce con otro camino seguiremos por la izquierda durante 2,1 kilómetros hasta subir al Puig d’en Gibert y poco después llegar al Coll de Plaja, donde podremos deleitarnos con su agradable vista.
Luego giraremos a la derecha, tomando el ancho camino del GR-11, que ya sin pérdida nos llevará en 2,3 kilómetros a Sant Quirze de Colera.
Los orígenes del monasterio no son claros, pero es posible que hacia el año 785 se hubieran instalado en este lugar varios miembros de una misma familia dirigidos por los hermanos Libuci y Assinari para fundar un monasterio con una autorización otorgada por Carlomagno.
Separado del conjunto monástico podremos visitar la iglesia románica de Santa María de Colera (siglo XII).
Seguiremos por el GR-11 pasando por el llamado «Camí de Villordí», actualmente asfaltado que lleva a Rabós y a los 2,9 kilómetros tomaremos un camino de tierra a nuestra izquierda que podemos distinguir por haber el tronco de un arbol roto.
Lo seguiremos durante 130 metros y al llegar a un cruce veremos a nuestra izquierda el menhir del Mas Roquer.
Seguiremos por el camino que veníamos, sin hacer caso a ningún desvío, siguiendo el curso del Rec del Mas Bosc hasta llegar a los 2,4 kilómetros al Coll de la Rossa.
En este punto debemos prestar atención ya que seguiremos recto durante 480 metros por un sendero muy poco marcado y de dificil transito para los que vayan en bicicleta, señalado por un letrero con la palabra «Dolmens».
Podremos guiarnos por las señales de pintura amarilla en los troncos de los árboles, y bajando a veces con fuerte inclinación, llegaremos a la riera del Torrent de la Balmeta.
Aquí los que van en bicicleta harán un desvío (sin poder visitar la iglesia de Sant Martí de Vallmala) y descenderán por el camino que discurre en paralelo al torrente hasta que pasada la Font Rovellada se unirán de nuevo al camino de los senderistas.
Los que van a pie también transitaran por el mismo camino, pero deberán estar atentos, ya que a los 65 metros deberán adentrarse a la izquierda por un dificil sendero que en 700 metros los llevará hasta el dolmen del Passatge (que podemos visitar en una corta y fuerte subida).
Después cruzaremos una pequeña riera y en poco rato llegaremos a Font Perassa (una antigua fuente) y ya solo nos quedarán 280 metros para llegar a Sant Martí de Vallmala.
La primera cita escrita de esta celda monástica es del año 854, fecha en que este lugar fue entregado al monasterio de Sant Esteve de Banyoles.
Se sabe que 1432 estaba en ruinas (quizá por una serie de terremotos que se dieron entre 1427 y 1428) y ya no se recuperó jamás.
La iglesia tiene elementos prerrománicos, anteriores a la consagración del año 1019.
Seguiremos unos metros por el camino y enseguida tomaremos el sendero que veremos a nuestra derecha (señalado con un letrero que pone Vilamaniscle 1h) que en unos 800 metros nos llevará hasta una pista de tierra.
Y aquí coincidiremos con los que van en bici y tomaremos el camino que veremos en frente, que pasa junto al Mas Blanc y bordea la Ribera de Sant Silvestre, cruzándola en repetidas ocasiones. Podemos guiarnos por las señales de pintura amarilla y en 2,4 kilómetros llegaremos a Sant Silvestre de la Valleta.
Esta bonita iglesia tiene partes prerrománicas y románicas (siglos X- XII). La parte más antigua es el ábside donde se puede ver «opus spicatum«. Antiguamente, el lugar se conocía con el nombre de Budica o Budiga.
Subiremos tomando el sendero que hay detrás de la iglesia que en 200 metros nos llevará hasta la pista donde hay el GR-11 por donde seguiremos subiendo, pasando por el Coll de Portes, durante 1,4 kilómetros hasta llegar a un cruce de 4 caminos, donde giraremos a la derecha.
Ahora solo nos quedará 1 kilómetro para ver un sendero a nuestra izquierda que nos llevará a Sant Genís del Terrer.
Esta pequeña iglesia, que en la parte baja del ábside se observa «opus spicatum», está documentada en el año 974, donde se habla de las donaciones que hizo el conde Gaufred al monasterio de Sant Pere de Rodes.
Seguiremos la ruta bajando por el mismo sendero hasta llegar a una pequeña riera que nos servirá de camino durante unos 100 metros hasta que, subiendo por el margen, encontraremos una pista de tierra que poco después veremos cimentada y encajonada entre paredes de piedra.
Ya no abandonaremos este camino durante 1,1 kilómetros hasta pasar al por debajo la vía del tren y poco después llegar a la Riera de Valleta por donde subiremos unos metros siguiendo luego por el camino del GR-11 hasta llegar a cruzar la carretera N-260.
Después entraremos por la calle que veremos casi en frente (Carrer Dolors Falcó) y posteriormente tomando la calle Nicolás Salmerón llegaremos a la plaza mayor donde hay la iglesia de Sant Vicenç, final de esta etapa.
ALOJAMIENTOS Y DATOS PRÁCTICOS ETAPA 22
SANT QUIRZE DE COLERA
Restaurante Corral de Sant Quirze (972 19 31 86) Monestir de St. Quirze. Menú 18€.
LLANÇÀ
Al ser un pueblo especialmente turístico cuenta con diversos establecimientos para hospedarse, restaurantes y demás servicios. Aquí puede visitar su web: